Los déficits regresan, pero los inversores siguen adelante

El déficit presupuestario de EE.UU. alcanzó los 128.000 millones de dólares en enero, impulsado por un aumento de casi 30 % en el gasto interanual. Desde el inicio del año fiscal en octubre, el déficit ha crecido hasta los 840.000 millones de dólares, lo que equivale a 2,1 billones en los últimos 12 meses.

El secretario del Tesoro, Bessent, quiere reducir el déficit al 3 % del PIB, aunque según el Committee for a Responsible Federal Budget (CRFB), la tasa actual es del 7,3 %.

Los republicanos de la Cámara de Representantes han presentado un borrador de presupuesto con recortes fiscales de 4,5 billones de dólares en la próxima década, compensados por reducciones de gasto de entre 1,5 y 2 billones de dólares.

Mientras tanto, Elon Musk vuelve a estar en el centro de la polémica por un contrato de 400 millones de dólares para suministrar Tesla blindados al Departamento de Estado.

De todos modos, el CRFB cree que el plan de los republicanos añadiría casi 4 billones adicionales a la deuda de EE.UU. para 2034, sobre los 36 billones actuales.

Los rendimientos de los bonos del Tesoro apenas se movieron, con el 10 años en torno al 4,5 %.

Sin embargo, las expectativas de inflación en EE.UU. sí reaccionaron a los últimos datos publicados esta semana, alcanzando su nivel más alto en dos años.

El impacto es claro: más deuda y más déficit son negativos para los bonos del Tesoro (mayores rendimientos) y positivos para el oro, que sigue operando cerca de máximos históricos.

A pesar de todo esto, los inversores parecen indiferentes.

El Nasdaq subió un 1,5 % y el S&P 500 un 1 % después de que Donald Trump anunciara que impondrá aranceles recíprocos, aunque por ahora evitó aplicar nuevas tarifas a otros países.

En Europa, la apertura fue mixta. París subió tras los sólidos resultados de Hermès, mientras que Londres y Fráncfort recortaban ligeramente.

Aun así, las bolsas europeas alcanzaron máximos históricos esta semana, a pesar de las preocupaciones sobre aranceles, comercio y crecimiento.

Parece que, pase lo que pase, los inversores siguen apostando por la renta variable.

Y supongo que la «amenaza» de una posible paz con Rusia también ayuda.

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *