Hoy os traigo una recomendación poco común.
Más allá de los “Padre rico, padre pobre”, que todo el mundo recomienda (y con razón), quiero hablarte de una peli que vi ayer y que me ha encantado en gran parte por lo siguiente.
La peli es súper conocida, Charlie y la fábrica de chocolate.
Prometo no hacer más spoiler del necesario.
Hay un momento en el que el niño Charlie, gana una entrada para ir a visitar la mismísima fábrica de chocolate del mismísimo Willy Wonka.
Sólo hay cinco billetes como ese en el mundo.

Al ser su familia muy pobre, el bueno de Charlie piensa en venderlo.
Charlie comenta esta idea a la familia y el abuelo le responde:
Hay mucho dinero disponible. Cada día imprimen más. Pero este billete, solo hay cinco en todo el mundo, y eso es todo lo que habrá. Solo un bobo lo cambiaría por algo tan común como el dinero. ¿Acaso eres bobo?
¡Vaya lección de inversión!
¡Y para todos los públicos!
Ahora cambia el billete por cualquier cosa cuya oferta esté limitada.
Llámalo Oro.
Llámalo Bitcoin.
Llámalo agua en el desierto…
Si posees algo escaso, lo único que tienes que hacer es esperar a que la demanda aumente.